JUAN FERNANDO HERMOSA "EL NIÑO DEL TERROR"


"EL NIÑO DEL TERROR"




Juan Fernando Hermosa nace en Shushufindi Ecuador en febrero de 1976. A poco de cumplir sus 16 años de edad ya había matado alrededor de  22 personas, convirtiéndose en uno de los asesinos en serie más joven en toda la historia del Ecuador.

Todos tienen un origen pero el de Juan Fernando Hermosa fue uno de los más fuertes, por causa de la pobreza que vivía su madre tuvo que entregarlo a una pareja que no podía tener hijos, la cual se encontraba cerca de su sector.

Fue adoptado por Olivo Hermosa Fonseca y Zoila Amada Suárez, quienes lo llevaron a la ciudad de Clemente Baquerizo, en la provincia de Los Ríos y a sus  8 años se entera que fue adoptado. Sufre un impacto psicológico, cambiando su personalidad e iniciando con compartimientos psicopáticos matando animales de su vecindario.



Con tan solo 12 años escapa de su casa. Para poder subsistir comienza una aventura como delincuente robando desde los accesorios de autos, hasta domicilios. Luego de haber cumplido los 15 años, Hermosa frecuentaba salas de juegos electrónicos que se encontraban en el sector de La Marín, centro de la ciudad, y conformó una pandilla con 10 amigos de su misma edad, en la que rápidamente asumió el liderazgo. 

En enero de 1992 después de un violento operativo policial es capturado acusándolo de ser el responsable de 22 asesinatos perpetrados a taxistas, camineros y homosexuales en la ciudad de Quito.
 
Aquellos crímenes ocurrieron en el periodo de 4 meses, en los que asesinó a balazos a 8 taxistas, 10 homosexuales, un chofer de camioneta y a su ayudante, y otros 2 más, por lo que el adolescente fue bautizado como el ‘Niño del terror’.

Hermosa acudía a una peluquería, ubicada en el sur de la ciudad, que era regentada por el travesti Charlie. En ese sitio usualmente le arreglaban el cabello. Ese día llegó con otros miembros de su pandilla. 

Posteriormente se trasladaron a la casa de Charlie, quien los invitó a seguir bebiendo. Una vez en el sitio se inició una discusión y Hermosa nuevamente rastrilló la pistola 9 mm que portaba y disparó 5 veces a Charlie cuando intentó pedir ayuda. Los crímenes sucedieron, especialmente, los fines de semana, lo cual provocó el pánico de taxistas y homosexuales que transitaban por el norte de Quito. 

La Policía organizó un escuadrón al mando del mayor Fausto Terán para investigar los asesinatos que no pararon hasta el 9 de enero de 1992, cuando Hermosa fue retenido en un operativo policial en su casa. 

El informe de un grupo de delincuentes juveniles, que intentaron robar en el centro de la ciudad, permitió a los uniformados descubrir finalmente quién era el que estaba detrás de los asesinatos. Con la información de la ubicación del presunto asesino, la Policía organizó un operativo que se inició a las 03:00. 

El contingente se ubicó en el exterior de la casa donde residía Hermosa. Los policías entraron en una habitación a través de un tragaluz, ya que determinaron que era la del sospechoso, pero Hermosa estaba durmiendo en el cuarto de su madre. Esa equivocación alertó al joven, que al darse cuenta de la presencia policial empuñó su arma 9 milímetros y empezó a disparar a mansalva. 

Los policías repelieron el ataque y se inició una balacera, en medio de la cual Hermosa arrojó una granada a la calle, donde permanecía otro grupo de gendarmes. La explosión tumbó una pared lateral de la vivienda que cayó encima de 2 policías.

En el cruce de balas, la madre de Hermosa fue impactada por varios proyectiles y murió en la escena. Tras 15 minutos de fuego cruzado, el joven finalmente fue sometido sin que haya presentado ni un solo rasguño. 





Sus declaraciones aseguraron que su intención no era matar, “les pedía que se quedaran quietos, que no les iba a pasar nada, pero eso no ocurrió, otra vez me amenazaron con un revólver calibre 22, por lo que utilicé mi arma; y un taxista intentó golpearme con una llave de ruedas, por lo que también me vi obligado a disparar”, confesó. Afirmó que él cometió todos los crímenes, lo condenaron a 4 años de prisión, era la pena máxima que la ley permitía imponer a un menor de eda.  

A los 16 meses de permanecer en la cárcel de menores ya se había convertido nuevamente en líder y logró que su novia Yadira ingrese una pistola en el penal, que la usó para escapar junto a otros 10 jóvenes. Un policía que intentó detenerlos fue asesinado con 5 disparos. Hermosa huye a Colombia, donde contrae amigdalitis y finalmente fue recapturado; pero en 1996 recuperó la libertad, porque cumplió la pena y se fue a vivir con su padre a Nueva Loja, en Sucumbíos. 

El 28 de febrero de 1996, el día que cumpliría 20 años, el cuerpo de Hermosa fue encontrado a orillas del río Aguarico. La Policía reveló que al parecer 5 encapuchados lo habrían asesinado. Su cadáver presentaba signos de tortura, el rostro estaba destrozado por cortes de machete y orificios de bala en la cara. Lo identificaron por los documentos que tenía en la billetera.

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